SENTIDOS HERIDOS EN LA INEXISTENCIA
Te di un cuerpo me devolviste cenizas, que ahogaba mi lógica entre ronquidos de rosas vivas, en señuelos de vigilancia, llenas de serena paz, representadas en unas manos cruzadas en el límpido sudario de virtudes blancas ¿dormido o trasladado a los ejes escapados de los frios agarrados?.Cristo esperando, llorado, reventado en la exposicion de brazos extendidos a la horizontalidad de la figura irreal, en el éxodo acabado.
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