HUMO CON MUCHO AIRE

Estamos juntos de nuevo para interpretar una comedia poética en dos actos, el primero entra en el escenario, es mi amiga Nieves Rodriguez y Rodriguez que escribe con el seudónimo Irol de la Zaera, estudiante de dramaturgia, con su piel de esquirlas poéticas, contagiosas en la euforia de volar. En el segundo acto, entro con la réplica de mi humo con mucho aire. Se abre el telón.

( Un piano en lo alto de un sauce llorón. Noche de luna. Nuestras miradas en nada )

primera voz

I

Perdóname si traje sin traje algunos años
maltrechos a tu vida,
vientos de cólera sin rumbo o algún arañazo
a tu vital amor con tintes edénicos.
Mirar hacia ti, tarea ardua, fortaleció
mi honda reflexión sobre la existencia,
algunos ratos de vinos y rosas
dejé volar por la ventana de tu sexo.
Eximeme si llegué con llagas a la cama
encinta de la euforia,
todo va y se apaga,
atizar el fuego fue asunto
que desechaste cuando te ultrajé el alma,
besos de soslayo invadieron el sofá
en el que me contabas un gran pedazo de tu vida.

segunda voz

II

Tragado en mi propiedad entera
y escurrido en tu propia saliva
espoleada por rápidos luceros,
los cascabeles se quedarón dormidos
amamantando un vaso de leche
de una vaca sin hierba en su hocico,
que no escapa por sus pechos
el elixir de tus llamas alumbradas
en tiempos absolutos.
Los abrazos que son tuyos
se quedaron para ser pintados
en coloquios de mesa y silla,
ofendidos en vuelos
quedaron arrebatados
toda una noche en saber comprender.