Este poema de diálogos fraternos en un mundo que quiere desde la antigüedad encontrar la justa justicia y ética, entorpecida por el mismo hombre. Que contradicción ese hombre parando las utopías de una humanidad. Tienen que venir profetas, dioses, pensadores, filósofos, para enseñarnos el camino que otros entorpecen.
CREDO
En un habitáculo está expandido
la escasez de una calzada abotonada
en la jauría humana.
Un niño llegó con su canto de moneda,
predestinado a cambiar los contornos
de las almas.
Recibir el cambio en los adjetivos
de su respiración;
fijaba el espíritu de las felicidades,
en horizontes de la tierra.
(Credo) creer en los destinatarios,
palabras digeridas en lugares
que no vemos,
(yo me creí)
cuando me levanto con mi cabeza
y la cruz de tu sufrimiento.
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