Talla en piedra granito de la sierra la Cabrera.
Poema
Dejad que la noche cicatrice
el sollozo del mar
que vagabundea adentro de mi
y clavo el descalabro
del gemido,
estiro los aires prohibidos
en la acera pobre
que acoge el dinero impropio
del imperio de esclavos
sin estrellas.
Vi a ése hombre contaminado
de lugares no visitados.
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