sábado, 22 de enero de 2011

Madrid vitriólico.

Óleo sobre lienzo 2x1 cm.
Brujo de suelo y montaña, fuego en llama, consumeré cerilla encendida de tus labios.
MADRID VITRIÓLICO
Dolor ciudad de hierro amalgamado
en esquinas gateadas,
redobladas en aire
de leyes que empujan
los pasos de un testigo consabido
en unas calles de perjurio
y santo partisano.
Calibradas manos,
antifaz de cemento sin trapo,
quejidos de gallina
no duerme su gallo
en esa noche de calles heladas,
invierno miraba el autobús
de las siete de madrugada,
seguía la persitencia de esa ceguera
con sombras que sudaba
y vomitaba en un Madrid
de sexo sin techo de marihuana.
Carro trivial de maleza,
esperpento arrastrado
entre voces claudicadas en su silencio
y el frío de su huella,
en las precedidas generaciones.

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