NEGRO LÍQUIDO EXTENDIDO

Siguiendo la estela de las colaboraciones, tenemos la de Irol de la Zaera, poeta sin hipocresia, fortalecida en los tubérculos de la franca verdad, me sigue en este poema de paseo por las calles de Madrid, burbujeante en los espasmos de sus corrientes, gracias por esos versos inscritos en los mios.



NEGRO LÍQUIDO EXTENDIDO



Hay un río plateado que circunda, con sus afluentes,
los desagües cristalizados,
con sus caminantes al alba esperando
que los conduzca al reino perdido,
allí don están los niños de luz
con sus sonrisas acabadas.
Es verdad que nos escupen en las aceras de Madrid
porque los filósofos exiliaron su racionalismo.
Bajaros la luna del pedestal,
pues el hambre anuda la corbata
y las velas consumen las canas que no protegen las fronteras de las carnes,
convertidas en verbo,
que no encuentran vestido ni flauta que suspire por un alma encontrada
en un charco de agua.
Porque hay un río dorado que pasea, con sus alhajas,
las alcantarillas fétidas,
sus habitantes somos la coartada
para tirar dólares muertos en las avenidas de Madrid,
donde una mujer da de mamar a su hijo
que luego tendrá vacío el cuenco.
Hay también una peste, de color negra sin añil.
que pasea infectando lo más parecido a la esperanza,
cuando ustedes vean desfilar, sin ánimo ya,
a cientos de transeúntes, se verán reflejados
en el mismo charco de agua.