domingo, 18 de octubre de 2009

2º Poema: Nocturnidad acoplada

La luz corría y el ciego no lo veía,
el era todo noche
y prendía cerillas
en un recuerdo amarillo.

Nadie existe sin nadie
ni bebe en la sed de un barco varado.
Sostiene un mar de otro,
que entro sin saber si iba a salir
con los poros abiertos
en la procesión de una noche acabada.

Árbol de raíces,
crece parado
en cortezas de piel.

Llama de puñal,
se clavó en la tiniebla guardada;
anonimato de mano,
que abrió el vientre de una estrella.

No hay comentarios: