Hay una nueva colaboración con portes enganchados en la sinceridad de Isaac Rodrigo Sapedra, que no tiene horarios en la expresión misteriosa de la musicalidad de su palabra, yo voy detrás de su pentágrama, de signos que dan la cara.
Vaguedad temblorosa.
I VOZ
Vaguedad temblorosa.
I VOZ
Un trémulo rayo de luz se asoma en la tormenta
augura un tímido suspiro,
levemente intenta sobrevivir
entre inconexos pensamientos,
viéndose pesado en la levedad
del aire que la mantiene.
La inmediatez de un parpadeo,
el convulso tacto
de un nervioso beso arrebatado.
Nerviosas perlas tintinean justo antes
de una alargada despedida
en el anden de la vida,
viendo cuan grave
es el recorrido impredecible en el tiempo,
que de blanco inmaculado tiñe imparable
las azoteas del conocimiento acumulado,
de camino al reparador descanso.
II VOZ
Lo efímero está en las cenizas consumidas
de una pasión,
una mirada soslayada,
un adiós,
unas risas burladoras
de eterna belleza apropiada.
Campos de trigo convertido en pan.
Tránsitos empezados pegados a la piel
Volutas de humo forradas de papel,
para palabras escritas entre la vida
que nunca existió.
Calavera llena de golondrinas,
otorgan los secretos de una existencia.
Gato que construye escaleras en un tejado,
para alcanzar lenguas de vocablo,
hablarla a la sombra,
de un rayo de luz tembloroso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario