lunes, 12 de abril de 2010

Pez sin rio, ni agua pasada

Oleo sobre cartón



Me pesa un gramo de dolor,
la boca de un pez abierta sin río
y las risas de mis risas
que lloran si no me río.

Me pesa ese cielo de años,
que anidan en la proximidad
de mi cuerpo,
lleno de hueso
y aire de cometa
que se mueve en la atmósfera
de lo absurdo.

Me pesa los párpados de libro,
los cordones anudados en adoquines,
el principio de un puente
la espera de una llamada,
los desayunos de hambre.

Esa cabeza que se vuelve
y no encuentra nada
en el tiempo que me conoció,
de aquel que se fue a buscar
a esos que se ausentaron
en cenizas y tierra,
absorven la pesadez de la vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta sobre todo la primera estrofa. Tambien esta muy bien todo el poema. Me ha sorprendido aqui escuchando a Paralisis Permanente. Un saludo